Una sesión de Meditación

Concéntrese primero en su respiración, en su aliento. Sienta plenamente lo agradable que ella puede ser. Deje que se torne relajada, profunda y pareja..., una respiración de yoga, muy tranquila. Éste es el camino hacia el interior. Con cada respiración, déjese internar cada vez más en un estado de relajación tranquila y serena. Esto es lo más benéfico para su mente y su cuerpo..., relajarse e ir hacia el interior..., sentir la paz.

A medida que va más y más hondo con cada respiración... continúe relajándose, serenándose y sumiéndose en la calma. En tanto va progresando, relaje todos sus músculos. Los músculos de su cara y de su mandíbula..., los músculos de su cuello y de sus hombros... Relájelos completamente.

Relaje, también, los músculos de la espalda, los de la parte superior y los de la parte baja de la espalda. Relaje los músculos de sus brazos y de su estómago para que su respiración se mantenga profunda y regulada, relajada y serena. Por último, relaje los músculos de sus piernas. Relájelos completamente.

Sienta ahora cómo todo su cuerpo está en calma y se sume plácidamente, cada vez más, en la profundidad. Usted va cada vez más y más hondo y siente todo su ser muy liviano..., se adentra en un hermoso estado de serenidad...

Su respiración se mantiene suave y profunda..., relajada y apacible... Todos sus músculos continúan relajándose. Usted puede sentir la calma. Déjese ir aún más profundo...

Visualice o imagine, ahora, una hermosa luz que baja hacia la parte superior de su cabeza... Ahora comienza a penetrar en su cuerpo y a esparcirse por él de arriba hacia abajo.

Es una luz hermosa, poderosa y curativa. Escoja, usted, el color o colores de esa luz. Esa luz está conectada a la luz de arriba y a su alrededor con una luz divina... Es una luz poderosa y curativa, porque cura cada célula, cada fibra, cada tejido, cada órgano de su cuerpo...; devolviéndole a todas las células su estado normal, saludable; desalojando la enfermedad..., el malestar... y la incomodidad...; devolviendo la salud perfecta. Es una luz que profundiza porque le lleva a un estado de paz y relajación.

Permítase a usted mismo ir aún más profundo... La luz continúa esparciéndose y llena todas las células y los tejidos de su cara y de la parte posterior de su cabeza. Fluye suavemente por su cuello aliviando y relajando los músculos de su cuello, la médula espinal...En su garganta suaviza las asperezas y luego sigue descendiendo.

Fluye en sus hombros y baja por sus brazos... aliviando todos los músculos y los nervios, cada fibra y cada célula de su cuerpo. Alcanza sus manos y luego sigue bajando. Y usted baja con ella, cada vez más hondo...

Fluye, ahora, dentro de su corazón, liberando la hermosa energía que está almacenada ahí y curando su corazón; va llenando sus pulmones, que brillan cálidamente con la luz. Y usted va cada vez más hondo. Ahora se está sintiendo tan apacible, tan relajado... Cada vez más profundamente con cada respiración...

Y la luz fluye por dentro de su espalda..., sanando y relajando los grandes músculos y los nervios. Llega a su estómago y fluye por él y por su abdomen y penetra por todos los órganos abdominales, produciéndoles alivio y relajando todos los músculos y los nervios del abdomen.

Pasa ahora por sus caderas y esta luz hermosa, calmante y benéfica, baja por ambas piernas. Alcanza sus pies ahora. Todo su cuerpo está rebosante de luz y usted se siente tan liviano y apacible; está tan tranquilo y sereno. Déjese internar aún más en lo profundo...

Usted puede enfocar su atención en mi voz y dejar que los demás sonidos, pensamientos o distracciones tan sólo le ayuden a profundizar aún más a medida que se desvanecen...

Ahora vea cómo la luz llena también el exterior de su cuerpo, como si usted tuviera a su alrededor un halo de luz o como si estuviera metido en una burbuja de luz. Y esta burbuja lo protege porque nada puede penetrar esta luz aparte de la bondad. Esta luz alivia su piel y los músculos externos y profundiza, aún más, su nivel...

En unos pocos momentos, voy a contar hacia atrás desde diez hasta uno. Con cada número déjese fluir más hacia lo profundo hasta llegar tan hondo que cuando yo termine de contar hasta uno su mente ya no estará limitada por las barreras usuales del tiempo y del espacio. Habrá llegado usted tan hondo que podrá experimentar todos los niveles de su ser multidimensional.

Habrá llegado usted tan profundo que podrá recordar todo. Todas las experiencias que haya tenido. Usted puede recordarlo todo.

Diez..., nueve..., ocho..., yendo cada vez más hondo..., con cada número que retrocede..., siete..., seis..., cinco..., hondo, más y más hondo..., cuatro..., tres... muy, muy profundo; tan apacible, tan calmado..., dos..., ya casi llegando..., uno. ¡Bien!

En este estado hermoso, relajado y sereno, imagínese usted, visualícese a usted mismo bajando por una hermosa escalera. Bajando, bajando..., cada vez más profundo..., bajando..., bajando...

Con cada paso que usted baja, aumenta su nivel de profundidad aún más... Cuando ha alcanzado el fondo de las escaleras, frente a usted hay un hermoso jardín. Un jardín lleno de flores, árboles, césped, bancos y lugares para descansar. Está lleno de fuentes. Es un lugar hermoso... Es seguro,
apacible. Usted entra en este jardín.

Visualícese, ahora, usted en el jardín. Aquí su cuerpo puede descansar completamente y seguir sanando. Su cuerpo permanece repleto de luz maravillosa a medida que usted va más y más hondo... Su cuerpo se va a refrescar, se renovará, rejuvenecerá, se recuperará... De manera que, luego que usted despierte, se sentirá maravillosamente bien, repleto de la hermosa energía refrescando, renovando y con pleno control sobre su cuerpo y su mente...

Su cuerpo descansa y se relaja en el jardín y se carga de energía... Éste es un momento para curarse, para relajarse, para ir al encuentro de esa profunda paz que yace en lo más profundo de nosotros...; es el momento de abandonar todas las tensiones y las ansiedades..., para reparar..., para dejar a un lado el mundo y sus problemas..., para ir a lo más profundo dentro de uno mismo..., para abandonar el miedo... y la tensión..., para dejar a un lado todos los sentimientos y las emociones negativas..., para dejar el miedo.

Aquí no hay nada que temer. Abandone la tensión, la preocupación, la ansiedad. Deje ir la ira y la frustración... Deje a un lado la tristeza, la pesadumbre, el dolor y la desesperación. En lugar de todo eso, llénese de paz y de amor y de alegría y ventura. Ése es su verdadero estado interior.

Mientras su cuerpo descansa, se repara, se recupera y se refresca, permita que también se refresquen las partes más recónditas..., más profundas de su espíritu... Deje que curen... Encuentre la profunda paz que existe allí adentro...

Usted es un ser hermoso y maravilloso. Inmortal, eterno... que existe más allá de cualquier límite. Existe más allá de su cuerpo y de su mente... Es un ser de paz, de amor y ventura eternos.

A medida que usted va sintiendo esto, continúe abandonando el miedo... Abandone la ansiedad, la tristeza y todas las demás emociones y sentimientos negativos. Permítase sentir la paz y viajar cada vez más adentro... Usted puede estar ahora sumergido en colores. Esto será curativo a la vez que relajante.

Usted puede sentir eso. Usted puede sentir a otros y a sí mismo. Usted puede sentir otras personas a su alrededor... Usted nunca está solo. Usted siempre está protegido...

Manteniéndose a un nivel muy, muy profundo... la relajación curativa lo envuelve, lo rodea..., puesto que usted permanece en el jardín... Usted no tiene que ir a ninguna otra parte ahora. No tiene nada que hacer... No tiene nadie que lo moleste... Lo único que tiene que hacer es relajarse, internarse profundamente, sentir la paz, el amor, la alegría de este estado interior..., recuperarse y reparar, llenarse de luz y de amor...

Entre las antiguas meditaciones, hay una que se centra en el amor. Le enseña a llenarse de amor. Ese sentimiento que puede hacer brotar lágrimas de sus ojos... Llénese de él... Sienta esa alegría. En el amor se disuelven todos los temores. Con él termina el miedo...

Véase ahora así mismo tal como ha sido a lo largo de todas sus edades, empezando en la infancia, cuando usted era un niño tan alegre, despierto, vibrante y maravilloso... y pasando luego, a través de los años de crecimiento... hasta su edad actual... Rodéese de esta hermosa luz... Usted tiene todas las edades..., todo esto es usted. El tiempo no existe ahora... Usted está protegido, inmerso en luz.

Transmita usted mismo esta luz, este amor. Y traiga todas estas imágenes a su corazón... de manera que usted quede completo. No hay nada que temer. Usted está a salvo...

Y ahora, visualice o imagine a sus seres queridos. Usted puede transmitirles luz y amor también. Rodéelos de luz. Déjeles saber cuánto los ama... Y esa luz los protege y cura... y siempre los mantiene conectados con usted... A cualquier persona que necesite su luz..., usted se la puede transmitir... directamente... ahora... y traerlo también a su corazón...

Y ahora que usted está repleto de luz e inmerso en ella..., completamente relajado, sereno, calmado y apacible..., imagine que un ser sabio y amoroso viene a reunirse con usted en el jardín... Usted puede comunicarse con este ser... Lo hace a través de palabras, de símbolos, de imágenes, de pensamientos o de sentimientos. Eso no tiene importancia. Usted puede formular una pregunta... y escuchar la respuesta... Usted puede preguntar lo que necesite...

No importa si este ser es un guía, un amigo, un reflejo de su ser interior o algo distinto... Escuche la sabiduría que le puede comunicar..., sienta la paz y el amor... En el amor no cabe el miedo, ni la ansiedad, ni el tiempo, ni el espacio. Es absoluto...

Ya que usted se ama a sí mismo, abandona toda la negatividad. No abandona únicamente los pensamientos negativos y los sentimientos dañinos, sino también los hábitos y los comportamientos que no promueven el amor, el bienestar y la paz... Usted abandona todas las conductas dañinas porque usted ya no las necesita más...

Escuche las respuestas... En cualquier momento que usted necesite esta comunicación..., usted puede trasladarse aquí. Usted no correrá ningún riesgo cerrando sus ojos y tomando, sencillamente, unas cuantas respiraciones profundas. Llénese de luz y tráigase de nuevo al jardín...

Si usted se encuentra en circunstancias en las cuales no puede cerrar los ojos..., entonces, simplemente, tome unas cuantas respiraciones profundas. Usted sentirá, de inmediato, la paz, la relajación, la serenidad. Y aunque usted se encuentre despierto, alerta, en pleno control de sus facultades conscientes, de su cuerpo y de su mente, usted, de todas maneras, se llenará de paz y comprensión; se encontrará más calmado y joven que antes...

Ya es tiempo de despertar. Y yo lo despertaré contando de uno a diez... Con cada número que avance la cuenta usted se encontrará más despierto y alerta, en completo control de su cuerpo y de su mente. Se sentirá maravillosamente bien, refrescado y relajado, y pleno de energía.

Uno..., dos..., tres..., va despertándose gradualmente, sintiéndose magníficamente..., cuatro..., cinco... y seis..., más y más despierto..., siete...ocho..., ya casi despierto..., nueve..., diez.